31

Dic

2022

Artículo de opinión

La experiencia del Foro Nacional de Museos del 2022

El 24 de agosto de 2022, el Consejo Internacional de Museos (ICOM) aprobó, tras varios años de discusión y trabajo de los diferentes comités nacionales e instituciones vinculadas, un nuevo concepto de “museo”.

Por Cristina Vargas. 31 diciembre, 2022. Publicado en El Peruano, el 31 de diciembre de 2022.

El 24 de agosto de 2022, el Consejo Internacional de Museos (ICOM) aprobó, tras varios años de discusión y trabajo de los diferentes comités nacionales e instituciones vinculadas, un nuevo concepto de “museo” que, aunque perfectible, es el resultado del diálogo, la reflexión y un esfuerzo metodológico para sistematizar las diferentes miradas de lo que se entiende por esta institución en el presente y el futuro cercano.

A partir de ello, y en un contexto donde aún se discute la pertinencia -o no- de una ley de museos en el país, el Ministerio de Cultura, a través de su Dirección de Investigación y planificación museológica (DIPM), convocó a diferentes instituciones museales, asociaciones e iniciativas museales diversas -como la de museos escolares-, a reflexionar sobre cómo incorporamos en el Perú, en un contexto pospandémico y de convulsión política, el nuevo concepto internacional.

El foro “¿Qué museos queremos ser?” se desarrolló a través de una metodología que llevó a que diferentes actores dialogaran durante varias semanas, sobre un elemento asignado de la definición adoptada. Así, los participantes reflexionaron, deconstruyeron, reimaginaron y propusieron sus conclusiones para un debate más amplio, sobre términos como “colecciones”, “diversidad y trabajo con las comunidades”, “conservación y restauración”, “accesibilidad e inclusión”, “sostenibilidad” y otros.

En noviembre, en formato virtual, se reflexionó sobre cómo aplicar cada uno de los conceptos en nuestra realidad museal; continuándose en la fase presencial, durante dos días en museos emblemáticos que reflejan los diferentes abordajes que el relato museológico puede revestir: el Lugar de la Memoria, la tolerancia y la inclusión social (LUM) y el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP).

En este segundo momento, participantes de diferentes lugares del Perú siguieron abonando en la construcción de reflexiones sobre cómo transformar nuestros museos pensando, fundamentalmente, en cómo pueden ser sostenibles en el mundo actual y cuál debe ser su papel para transformar la vida de sus comunidades. Resultó importante que el diálogo se mantuviera aun cuando la incertidumbre nos rodeaba, pues es una forma de seguir fortaleciendo y construyendo institucionalidad en nuestro país y, por supuesto, también a través de los tantas veces menospreciados, incomprendidos (o desconocidos por muchos) museos y el trabajo incesante de quienes laboran en ellos. Los museos son instituciones, como rezan las definiciones que se han sucedido en el tiempo, creadas para ser permanentes y estar al servicio de la sociedad. ¿Cómo no defender y atender, entonces, una institución que apuesta por la educación en todas sus formas y nos puede ayudar a crecer y robustecernos como sociedad?

El foro fue, además, un espacio de aprendizajes a partir de la experiencia, de los saberes, de la praxis y de la teoría. Generar más espacios de encuentro como ese, ayuda a comprender nuestra realidad en su verdadera dimensión.

Ha quedado claro que urge un diagnóstico pospandemia real, in situ, y global de nuestros museos que nos ayude a materializar cada una de las acciones y propuestas, dada lo disímil de nuestra realidad museal y las múltiples necesidades existentes, en cuanto a la profesionalización, presupuesto, imaginarios, entre otros… Solo así, se podría indicar el camino a seguir, ya sea a través de una política o de un programa de museos que permita robustecer su accionar. El otro punto fundamental es la necesidad de revalorar los públicos y atenderlos oportunamente. Para ello, se requiere impulsar decididamente, el trabajo de educación y mediación cultural en nuestras instituciones museales, sumando la capacidad de hacer sinergias para lograrlo.

Finalmente, quedó claro también que el robustecimiento de este sector pasa por la profesionalización y la continua capacitación, amén de otros puntos. La academia puede y juega ya, aunque con una contada oferta, un papel decisivo. Y, aunque apostar por la formación e impulso de iniciativas sólidas en materia de cultura pudiera parecer un salto al vacío, resulta una decisión comprometida para fortalecer un sector con posibilidades infinitas -no solo económicas-, en nuestro país.

¿Qué sigue tras el foro? Seguir reflexionando. Esto no acaba nunca y ello no significa que, en paralelo, no se pueda empezar a tomar acciones para seguir transformando, de forma conjunta, aquellos centros de encuentro, descubrimiento y cocreación que son los museos.

Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.

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